Ésto es un ejercicio de imaginación. Imaginemos que nos llevan a un restaurante. Bastante mediocre, porqué no decirlo. Viene el camarero, con su sonrisa estándar, y nos pregunta:
- ¿Qué va a tomar el señor?
- Bueno, pues yo quería...
-Mire, voy a hacerle una confidencia, porque es usted-interrumpe el camarero-.Tenemos una averia en la cocina y la calidad de los platos baja en relación con la dificultad que entraña su concepción.- Es un camarero culto, como ya habrán observado.
-¡Ah! bien, gracias por el aviso. ¿Que me aconseja entonces?
-Ahora mismo, dada la contrariedad técnica que sufrimos, le doy como alternativa el menú de la casa.
-Muy bien, ¿y en que consiste el menú?
-De primero tenemos un recorte de empleo público del 87%, una medida para el verano. Cortamos de cuajo trece mil calorías (entiéndase puestos de trabajo) menos del total del menú. Ya sabe, hay que cuidar la línea con esto del verano.
-Bueno, verá, yo pensaba en una ensalada...
-No se preocupe, ya va incluida en el menú. Ensalada de recortes al sector agrario que, entre pitos y flautas, supone un 25% menos del presupuesto para el sector, aliñada con el mamoneo de cada autonomía.
-Vaya. ¿Y de segundo?
-De segundo plato tenemos abaratamiento del despido con recortes en ayudas sociales (dependencia, cheque bebé, ...) al gratén. Muy rico en fibra.
-No se preocupe por la fibra, que hace rato que me estoy cagando.
-Postre puede elegir entre fruta importada sobre lecho de parados o helado de sueldos con crema de subida de impuestos. Especialidad del chef.
-No sé, tengo dudas. No me atrae ninguno de momento. Tal vez no quiera postre. ¿Y de beber?
-Para beber recomiendo un vino de la SGAE, excelente. El café y el pan no entran en el menú y ...¡ah!, perdone, pero aquí no se puede fumar.
-Mire, déjelo. Se me ha ido el hambre.
-Como quiera, aqui tiene la cuenta.
jueves, 24 de junio de 2010
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