"Desde que se instaurara la democracia en España se han llevado a cabo 15 reformas laborales. Y ninguna ha servido para crear empleo. Todo lo contrario, sólo se han aplicado para recortar derechos laborales y sociales.
La creación de empleo exige una política global de reforma del sistema financiero que dote de liquidez a las empresas y a los particulares, de decisiones políticas que, de verdad, conduzcan al tan mencionado cambio del modelo productivo y de la inversión.
Pero nada de esto se ha hecho, todo lo contrario. Como lo demuestra el brutal recorte en las inversiones del Ministerio de Fomento. Por ello, nos tememos que la construcción sea uno de los sectores con un mayor impacto negativo con la nueva reforma laboral. El Ejecutivo está haciendo un peligroso recorte de los derechos y garantías de los trabajadores." Así lo explica Fernando Serrano Pernas, y razón no le falta. Con cada reforma laboral los dirigentes abogan por la creación de empleos y que si, que su idea es buena, que hace falta para poner en marcha al país. A la vista está, cada vez cierran el círculo más y más. En cada reforma se pasan por el forro unos cuantos derechos. Para la próxima unos cuantos más. Y así sucesivamente. Hasta que el final volvamos al látigo y los grilletes. Puede sonar exagerado, pero visto lo visto, tampoco me extrañaría. La pregunta es: esas reformas ¿para quienes son y que es lo que pretenden?, porque solucionar solucionan bien poco, al menos para los trabajadores. La primera reforma que tendrían que hacer es tirar a Díaz Ferrán a la puta calle, que parece mentira que un tipejo como ese permanezca al frente de la patronal. Y seguidamente cambiar a toda la cúpula de los sindicatos. Sangre nueva, a ver si por lo menos cambian los pareceres, nuevas mentalidades, nuevas ideas. En cuanto al grobierno.....que quieres que cuente que ya no sepas.
miércoles, 29 de septiembre de 2010
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